pero de todos modos me costó mucho tomar la decisión, no porque dudara, sino porque no me animaba a afrontar mi vocación.
Di vueltas, hice otras cosas, pero no había caso, lo mío era el Arte. Comencé haciendo cursos, como un modo de acercarme, porque no me animaba a hacer la carrera, tenía ese prejuicio que tantos tienen con el Arte, suponía que sería una carrera con poco rédito económico y difícil en el ámbito laboral. Pero una vez que tomé la decisión, todo fue más fácil de lo que pensaba. Y si bien me llevó varios años recibirme, porque la carrera de Arte es larga, nunca fue un peso, al contrario, fueron los años más lindos.
No es fácil descubrir la vocación, pero estoy convencida que mucho más difícil es vivir a disgusto y disconforme. Más difícil es cada día hacer algo con lo que no nos sentimos identificados. Mi experiencia es que cuando uno está en el lugar que debe estar, todo es más fácil, todo es más sencillo cuando sentimos que estamos haciendo aquello para lo cual fuimos llamados.
Día a día me esfuerzo por encontrar nuevos caminos y nuevas formas. Aún tengo dudas y muchas incertezas, pero hay algo de lo que estoy convencida… Encontré mi lugar, allí donde quiero estar!
María Eugenia
Profesora y Licenciada en Artes Visuales con mención en Artes del Fuego
I.U.N.A. Instituto Universitario Nacional del Arte